Dubrovnik (tambien llamada Ragusa) es probablemente una de las ciudades más bellas de la costa dálmata junto con Split, y ofrece al visitante un centro histórico de una envergadura impresionante, muy bien conservado y que acaba de sufrir una profunda restauración (aún en lento proceso). Situado en el sur de la Dalmacia la ciudad es conocida como "la perla del Adriático" por la belleza de sus monumentos fruto de un pasado brillante.

Ragusa se fundó para unir dos pequeñas ciudades: Laus que estaba en una pequeña isla al sur de la costa dálmata y Dubrava un asentamiento eslavo en lo alto de una colina. La ciudad se llamó oficialmente Ragusa hasta el año 1909. Nació en las cercanías de la antigua Epidaurum (emplazamiento de la actual Cavtat o Ragusa Vieja).

En el siglo VII, los habitantes de la región para acabar con las invasiones eslavas que destruían sus casas, se refugiaron en un pequeño pueblo de pescadores, sobre un grueso roquedal, y lo fortificaron. Rápidamente, este refugio grecolatino comenzó a crecer hasta convertirse en la ciudad más importante de la zona. Los árabes no tardaron mucho en interesarse por este puerto cada vez más próspero y lo atacaron sin éxito en el siglo VIII.

En el siglo IX, Ragusa era ya la ciudad más importante de Dalmacia, y formaba una pequeña república independiente (la llamada República de Ragusa) bajo la soberanía nominal de los emperadores de Bizancio, y después de los reyes de Serbia y de Croacia. Como Venecia, disponía de su propia flota de guerra para defenderse, pero no fue suficiente para impedir que los normandos se adueñaran de la ciudad en 1081.

En el Siglo XII se erigieron murallas alrededor de la nueva ciudad para protegerse de las invasiones que venían, tanto de Oriente como de Occidente. Ragusa era una de las Repúblicas que escogía a su gobernante de manera democrática. La pujante república de Venecia, cuyos barcos hacían escala en la costa dálmata, anhelaba anexionarse este rico puerto estratégico para sus fines comerciales. La armada veneciana se puso en movimiento en 1205 y conquistó la ciudad.

 

Venecia conservó la ciudad hasta que, en 1358, con Ragusa transformada en Dubrovnik (del término croata dubrava, bosque de robles). Cuando Venecia se retiró de Dubrovnik, aparecieron los turcos por el este para adueñarse de la ciudad.

En 1364, Dubrovnik firmó con el sultán del Imperio otomano un tratado de alianza y protección, Dubrovnik debía pagar un tributo al sultán. Una delegación se dirigía cada año a Constantinopla para cumplir la formalidad. Aquélla debía permanecer un año en el lugar, sirviendo de esta manera de rehén hasta que llegase el siguiente tributo. Desde 1421, los armadores de la ciudad obtuvieron el privilegio de comerciar con Asia y África. Tras ser conquistada por Napoleón fue luego parte del imperio Austro-Húngaro.

Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, ha recuperado su antiguo esplendor tras el sitio sufrido en la década de 1990. Destaca en su espectacular centro histórico sus impresionantes murallas, reflejo de un pasado violento, también encontraremos algunas de las más importantes iglesias y monasterios de Croacia, realizados en el medievo, el renacimiento y la época barroca y en la Calle Stradum podemos disfrutar de sus tiendas llenas de originales piezas de artesanía, helados...

También destacan los palacios-museo de la ciudad donde podremos conocer con detalle la historia de esta apasionante ciudad que ha vivido siempre bajo la influencia de Venecia y los Imperios Bizantino y Otomano.

La belleza extraordinaria de sus calles y sus murallas ancladas en la roca marina la han hecho ser el escenario de películas y series, como "Juego de Tronos" donde se grabaron las batallas de "Desembarco del Rey" (King´s Landing).

Dubrovnik (tambien llamada Ragusa) es probablemente una de las ciudades más bellas de la costa dálmata junto con Split, y ofrece al visitante un centro histórico de una envergadura impresionante, muy bien conservado y que acaba de sufrir una profunda restauración (aún en lento proceso). Situado en el sur de la Dalmacia la ciudad es conocida como "la perla del Adriático" por la belleza de sus monumentos fruto de un pasado brillante.

Ragusa se fundó para unir dos pequeñas ciudades: Laus que estaba en una pequeña isla al sur de la costa dálmata y Dubrava un asentamiento eslavo en lo alto de una colina. La ciudad se llamó oficialmente Ragusa hasta el año 1909. Nació en las cercanías de la antigua Epidaurum (emplazamiento de la actual Cavtat o Ragusa Vieja).

En el siglo VII, los habitantes de la región para acabar con las invasiones eslavas que destruían sus casas, se refugiaron en un pequeño pueblo de pescadores, sobre un grueso roquedal, y lo fortificaron. Rápidamente, este refugio grecolatino comenzó a crecer hasta convertirse en la ciudad más importante de la zona. Los árabes no tardaron mucho en interesarse por este puerto cada vez más próspero y lo atacaron sin éxito en el siglo VIII.

En el siglo IX, Ragusa era ya la ciudad más importante de Dalmacia, y formaba una pequeña república independiente (la llamada República de Ragusa) bajo la soberanía nominal de los emperadores de Bizancio, y después de los reyes de Serbia y de Croacia. Como Venecia, disponía de su propia flota de guerra para defenderse, pero no fue suficiente para impedir que los normandos se adueñaran de la ciudad en 1081.

En el Siglo XII se erigieron murallas alrededor de la nueva ciudad para protegerse de las invasiones que venían, tanto de Oriente como de Occidente. Ragusa era una de las Repúblicas que escogía a su gobernante de manera democrática. La pujante república de Venecia, cuyos barcos hacían escala en la costa dálmata, anhelaba anexionarse este rico puerto estratégico para sus fines comerciales. La armada veneciana se puso en movimiento en 1205 y conquistó la ciudad.

 

Venecia conservó la ciudad hasta que, en 1358, con Ragusa transformada en Dubrovnik (del término croata dubrava, bosque de robles). Cuando Venecia se retiró de Dubrovnik, aparecieron los turcos por el este para adueñarse de la ciudad.

En 1364, Dubrovnik firmó con el sultán del Imperio otomano un tratado de alianza y protección, Dubrovnik debía pagar un tributo al sultán. Una delegación se dirigía cada año a Constantinopla para cumplir la formalidad. Aquélla debía permanecer un año en el lugar, sirviendo de esta manera de rehén hasta que llegase el siguiente tributo. Desde 1421, los armadores de la ciudad obtuvieron el privilegio de comerciar con Asia y África. Tras ser conquistada por Napoleón fue luego parte del imperio Austro-Húngaro.

Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, ha recuperado su antiguo esplendor tras el sitio sufrido en la década de 1990. Destaca en su espectacular centro histórico sus impresionantes murallas, reflejo de un pasado violento, también encontraremos algunas de las más importantes iglesias y monasterios de Croacia, realizados en el medievo, el renacimiento y la época barroca y en la Calle Stradum podemos disfrutar de sus tiendas llenas de originales piezas de artesanía, helados...

También destacan los palacios-museo de la ciudad donde podremos conocer con detalle la historia de esta apasionante ciudad que ha vivido siempre bajo la influencia de Venecia y los Imperios Bizantino y Otomano.

La belleza extraordinaria de sus calles y sus murallas ancladas en la roca marina la han hecho ser el escenario de películas y series, como "Juego de Tronos" donde se grabaron las batallas de "Desembarco del Rey" (King´s Landing).

Situado en la isla de "OTOK HVAR" (Otok es isla en Croata), HVAR es, sin duda, uno de los más bellos puertos de la costa dálmata. La isla, conocida como "la Ibiza Croata" es una de las más grandes del Adriático, ofreciendo al visitante gran cantidad de playas maravillosas y un clima suave y soleado.



De las 1185 islas que tiene Croacia sólo 60 están habitadas y de todas ellas, Hvar es la más glamourosa, en ella encontraremos grandes villas centenarias, pueblos como Stari Grad o Jelsa, que han mantenido intacto el sabor del paso de los siglos, tiendas, playas y paisajes de gran belleza. Ubicada frente a la rica ciudad de Split la historia de esta isla a estado siempre marcada por esta cercanía geográfica.



Vale la pena realizar en coche alguilado el trayecto entre el bello pueblo de Stari Grad, y la ciudad de Hvar, por que disfrutaremos de un aromático paseo por los enormes campos de lavanda que inundan el ambiente con su fragancia (no apto para alérgicos).

La ciudad de Hvar ya estaba habitada en tiempos neolíticos, siendo ocupada por los Griegos y posteriormente por los Romanos. En la edad media tuvo una singular época de esplendor comercial y cultural, que llegó a ubicar a la ciudad como un importante foco creativo durante el renacimiento, de hecho, en algunas iglesias de Hvar encontramos obras de Bellini, Tintoretto o Veronese.



Frente a la ciudad de Hvar encontramos las bellas islas Pakleni, donde podremos encontrar islas virgenes, playas nudistas, restaurantes... y se puede acceder a las islas con un taxibote. Palmizana es la bahía más famosa, por su exuberante vegetación, y por su famoso bar... el Carpe Diem.



El Centro de la ciudad de Hvar tiene orígenes medievales, con murallas del S. XIII, y un encantador centro histórico, con callejuelas románticas, plazas monumentales, iglesias y gran cantidad de edificios góticos de gran belleza, construidos cuando la isla estaba dominada por la República de Venecia. Los monumentos más conocidos son la Catedral de San Esteban, la Fortaleza Spanjol, la Galería de Arte Croata y el Arsenal.

Situado en la isla de "OTOK HVAR" (Otok es isla en Croata), HVAR es, sin duda, uno de los más bellos puertos de la costa dálmata. La isla, conocida como "la Ibiza Croata" es una de las más grandes del Adriático, ofreciendo al visitante gran cantidad de playas maravillosas y un clima suave y soleado.



De las 1185 islas que tiene Croacia sólo 60 están habitadas y de todas ellas, Hvar es la más glamourosa, en ella encontraremos grandes villas centenarias, pueblos como Stari Grad o Jelsa, que han mantenido intacto el sabor del paso de los siglos, tiendas, playas y paisajes de gran belleza. Ubicada frente a la rica ciudad de Split la historia de esta isla a estado siempre marcada por esta cercanía geográfica.



Vale la pena realizar en coche alguilado el trayecto entre el bello pueblo de Stari Grad, y la ciudad de Hvar, por que disfrutaremos de un aromático paseo por los enormes campos de lavanda que inundan el ambiente con su fragancia (no apto para alérgicos).

La ciudad de Hvar ya estaba habitada en tiempos neolíticos, siendo ocupada por los Griegos y posteriormente por los Romanos. En la edad media tuvo una singular época de esplendor comercial y cultural, que llegó a ubicar a la ciudad como un importante foco creativo durante el renacimiento, de hecho, en algunas iglesias de Hvar encontramos obras de Bellini, Tintoretto o Veronese.



Frente a la ciudad de Hvar encontramos las bellas islas Pakleni, donde podremos encontrar islas virgenes, playas nudistas, restaurantes... y se puede acceder a las islas con un taxibote. Palmizana es la bahía más famosa, por su exuberante vegetación, y por su famoso bar... el Carpe Diem.



El Centro de la ciudad de Hvar tiene orígenes medievales, con murallas del S. XIII, y un encantador centro histórico, con callejuelas románticas, plazas monumentales, iglesias y gran cantidad de edificios góticos de gran belleza, construidos cuando la isla estaba dominada por la República de Venecia. Los monumentos más conocidos son la Catedral de San Esteban, la Fortaleza Spanjol, la Galería de Arte Croata y el Arsenal.

Dubrovnik (tambien llamada Ragusa) es probablemente una de las ciudades más bellas de la costa dálmata junto con Split, y ofrece al visitante un centro histórico de una envergadura impresionante, muy bien conservado y que acaba de sufrir una profunda restauración (aún en lento proceso). Situado en el sur de la Dalmacia la ciudad es conocida como "la perla del Adriático" por la belleza de sus monumentos fruto de un pasado brillante.

Ragusa se fundó para unir dos pequeñas ciudades: Laus que estaba en una pequeña isla al sur de la costa dálmata y Dubrava un asentamiento eslavo en lo alto de una colina. La ciudad se llamó oficialmente Ragusa hasta el año 1909. Nació en las cercanías de la antigua Epidaurum (emplazamiento de la actual Cavtat o Ragusa Vieja).

En el siglo VII, los habitantes de la región para acabar con las invasiones eslavas que destruían sus casas, se refugiaron en un pequeño pueblo de pescadores, sobre un grueso roquedal, y lo fortificaron. Rápidamente, este refugio grecolatino comenzó a crecer hasta convertirse en la ciudad más importante de la zona. Los árabes no tardaron mucho en interesarse por este puerto cada vez más próspero y lo atacaron sin éxito en el siglo VIII.

En el siglo IX, Ragusa era ya la ciudad más importante de Dalmacia, y formaba una pequeña república independiente (la llamada República de Ragusa) bajo la soberanía nominal de los emperadores de Bizancio, y después de los reyes de Serbia y de Croacia. Como Venecia, disponía de su propia flota de guerra para defenderse, pero no fue suficiente para impedir que los normandos se adueñaran de la ciudad en 1081.

En el Siglo XII se erigieron murallas alrededor de la nueva ciudad para protegerse de las invasiones que venían, tanto de Oriente como de Occidente. Ragusa era una de las Repúblicas que escogía a su gobernante de manera democrática. La pujante república de Venecia, cuyos barcos hacían escala en la costa dálmata, anhelaba anexionarse este rico puerto estratégico para sus fines comerciales. La armada veneciana se puso en movimiento en 1205 y conquistó la ciudad.

 

Venecia conservó la ciudad hasta que, en 1358, con Ragusa transformada en Dubrovnik (del término croata dubrava, bosque de robles). Cuando Venecia se retiró de Dubrovnik, aparecieron los turcos por el este para adueñarse de la ciudad.

En 1364, Dubrovnik firmó con el sultán del Imperio otomano un tratado de alianza y protección, Dubrovnik debía pagar un tributo al sultán. Una delegación se dirigía cada año a Constantinopla para cumplir la formalidad. Aquélla debía permanecer un año en el lugar, sirviendo de esta manera de rehén hasta que llegase el siguiente tributo. Desde 1421, los armadores de la ciudad obtuvieron el privilegio de comerciar con Asia y África. Tras ser conquistada por Napoleón fue luego parte del imperio Austro-Húngaro.

Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, ha recuperado su antiguo esplendor tras el sitio sufrido en la década de 1990. Destaca en su espectacular centro histórico sus impresionantes murallas, reflejo de un pasado violento, también encontraremos algunas de las más importantes iglesias y monasterios de Croacia, realizados en el medievo, el renacimiento y la época barroca y en la Calle Stradum podemos disfrutar de sus tiendas llenas de originales piezas de artesanía, helados...

También destacan los palacios-museo de la ciudad donde podremos conocer con detalle la historia de esta apasionante ciudad que ha vivido siempre bajo la influencia de Venecia y los Imperios Bizantino y Otomano.

La belleza extraordinaria de sus calles y sus murallas ancladas en la roca marina la han hecho ser el escenario de películas y series, como "Juego de Tronos" donde se grabaron las batallas de "Desembarco del Rey" (King´s Landing).

Dubrovnik (tambien llamada Ragusa) es probablemente una de las ciudades más bellas de la costa dálmata junto con Split, y ofrece al visitante un centro histórico de una envergadura impresionante, muy bien conservado y que acaba de sufrir una profunda restauración (aún en lento proceso). Situado en el sur de la Dalmacia la ciudad es conocida como "la perla del Adriático" por la belleza de sus monumentos fruto de un pasado brillante.

Ragusa se fundó para unir dos pequeñas ciudades: Laus que estaba en una pequeña isla al sur de la costa dálmata y Dubrava un asentamiento eslavo en lo alto de una colina. La ciudad se llamó oficialmente Ragusa hasta el año 1909. Nació en las cercanías de la antigua Epidaurum (emplazamiento de la actual Cavtat o Ragusa Vieja).

En el siglo VII, los habitantes de la región para acabar con las invasiones eslavas que destruían sus casas, se refugiaron en un pequeño pueblo de pescadores, sobre un grueso roquedal, y lo fortificaron. Rápidamente, este refugio grecolatino comenzó a crecer hasta convertirse en la ciudad más importante de la zona. Los árabes no tardaron mucho en interesarse por este puerto cada vez más próspero y lo atacaron sin éxito en el siglo VIII.

En el siglo IX, Ragusa era ya la ciudad más importante de Dalmacia, y formaba una pequeña república independiente (la llamada República de Ragusa) bajo la soberanía nominal de los emperadores de Bizancio, y después de los reyes de Serbia y de Croacia. Como Venecia, disponía de su propia flota de guerra para defenderse, pero no fue suficiente para impedir que los normandos se adueñaran de la ciudad en 1081.

En el Siglo XII se erigieron murallas alrededor de la nueva ciudad para protegerse de las invasiones que venían, tanto de Oriente como de Occidente. Ragusa era una de las Repúblicas que escogía a su gobernante de manera democrática. La pujante república de Venecia, cuyos barcos hacían escala en la costa dálmata, anhelaba anexionarse este rico puerto estratégico para sus fines comerciales. La armada veneciana se puso en movimiento en 1205 y conquistó la ciudad.

 

Venecia conservó la ciudad hasta que, en 1358, con Ragusa transformada en Dubrovnik (del término croata dubrava, bosque de robles). Cuando Venecia se retiró de Dubrovnik, aparecieron los turcos por el este para adueñarse de la ciudad.

En 1364, Dubrovnik firmó con el sultán del Imperio otomano un tratado de alianza y protección, Dubrovnik debía pagar un tributo al sultán. Una delegación se dirigía cada año a Constantinopla para cumplir la formalidad. Aquélla debía permanecer un año en el lugar, sirviendo de esta manera de rehén hasta que llegase el siguiente tributo. Desde 1421, los armadores de la ciudad obtuvieron el privilegio de comerciar con Asia y África. Tras ser conquistada por Napoleón fue luego parte del imperio Austro-Húngaro.

Dubrovnik, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, ha recuperado su antiguo esplendor tras el sitio sufrido en la década de 1990. Destaca en su espectacular centro histórico sus impresionantes murallas, reflejo de un pasado violento, también encontraremos algunas de las más importantes iglesias y monasterios de Croacia, realizados en el medievo, el renacimiento y la época barroca y en la Calle Stradum podemos disfrutar de sus tiendas llenas de originales piezas de artesanía, helados...

También destacan los palacios-museo de la ciudad donde podremos conocer con detalle la historia de esta apasionante ciudad que ha vivido siempre bajo la influencia de Venecia y los Imperios Bizantino y Otomano.

La belleza extraordinaria de sus calles y sus murallas ancladas en la roca marina la han hecho ser el escenario de películas y series, como "Juego de Tronos" donde se grabaron las batallas de "Desembarco del Rey" (King´s Landing).