ATENAS -Lavrio- (Grecia), MYKONOS (Grecia), ÉFESO -Kusadasi- (Turquía), PATMOS (Grecia), HERAKLION (Creta), SANTORINI (Grecia), ATENAS -Lavrio- (Grecia)
Lavrio (en griego moderno Λαύριον) es un pueblo situado en el sureste del Ática famoso en la antigüedad por sus minas de plata, una de las principales fuentes de ingresos de la antigua Atenas. Allí se situaba una importante fábrica de acuñación de monedas.
Pero si algo ha hecho famoso a este puerto, ha sido su cercanía a uno de los más hermosos templos griegos, el Templo de Poseidón de Cabo Sounión. Ubicado en el borde de un acantilado ofrece increibles vistas al mar, alineado además con el atardecer, un lugar mágico, cargado de historia y de una belleza dificilmente descriptible.
A principios del siglo XIX, cuando Grecia vuelve a ser independiente, se construyó una nueva fábrica, actualmente cerrada y convertida en museo. Es un puerto de mar de menor importancia que el vecino Pireo.
Se encuentra a 60 km al sureste de Atenas, al sureste de Keratea y al norte del Cabo Sunión. Lavrio se encuentra en una bahía frente a la isla de Makronisos
Tras la Batalla de Maratón Temístocles convenció a los atenienses de que utilizaran los futuros ingresos de las minas (que pensaban que aumentarían al haber descubierto otras vetas) en mejorar la flota ateniense con 200 trirremes. Aquí se encuentras el surgimiento del poderío naval de Atenas.
Los únicos que trabajaban en estas minas eran esclavos. Durante el siglo V a. C. la producción fue disminuyendo, en parte debido a la ocupación espartana de Decelia. Pero las minas siguieron siendo explotadas y siguieron funcionando hasta bien entrado el siglo XX, en concreto sus reservas de manganeso y cadmio.
La bella y popular isla de Mykonos es famosa por la belleza de las arquitectura blanca de la isla, con casas e iglesias encaladas llenas de rincones encantadores y que nos enviolverán en un intemporal ambiente mediterráneo que nos transportará a tiempos pretéritos.
El Pueblo de Mykonos es famoso por la belleza y el encanto de sus estrechas callejuelas, sus laberínticos entramados, sus pintorescas casas encaladas, sus balcones llenos de flores y su típica arquitectura griega tradicional.
El pueblo se divide en dos partes, en la parte alta, el barrio de Castro (Castillo) se ubicaba antiguamente un castillo veneciano ya destruido, y en la zona baja encontraremos la llamada "Pequeña Venecia" con sus casas suspendidas sobre el mar con sus preciosos balcones de madera y sus macetas con flores de colores... es muy recomendable tomarse una copa o un café en los bares adyacentes, para admirar las vistas con total comodidad, pero eso sí, siempre viendo los precios antes para evitar sorpresas...! Muy cerca tenemos la Catedral y una antiquísima Iglesia Católica.
Probablemente la Iglesia más famosa de Mykonos es la Iglesia de la Santísima Virgen Paraportiani que dicen que es la Iglesia más importante de la isla... aunque lo cierto es que solo en Mykonos podremos encontrar más de 400 Iglesias y Ermitas de gran belleza, algunas ubicadas en lugares con unas vistas espectaculares.
No se olviden de admirar los famosos molinos de viento, que junto al pelícano Petros son uno de los símbolos de esta isla.
Durante el Imperio Romano la ciudad prosperó, su riqueza se basaba en el comercio y toda la región hasta Capadocia estaba llena de caminos (vías) que facilitaban el intercambio comercial. Dice que había un senado dirigido por los epilectos que gobernaba la ciudad, senado que había sido instituido por Lisímaco. La ciudad tenía un grammateus, funcionario común a todas las ciudades griegas, y un arconte que cuidaba del registro de títulos.
Tiberio quiso eliminar el derecho de asilo del Templo a lo que los efesios se opusieron diciendo que había sido aceptado por persas, macedonios y romanos hasta entonces; el asilo se utilizaba normalmente por delincuentes. El puerto se arregló en tiempos de Nerón, por obra del gobernador de Asia, Barea Soranus.
En 262 d.C. la ciudad y el templo fueron asolados e incendiados por los godos. El templo quedó destruido y ya no se reconstruyó. Desde entonces la ciudad perdió importancia, aunque fue un centro religioso de importancia para el Cristianismo. El Apostol Juan fué a Efeso en el año 62 y San Pablo fundó alli una iglesia Cristiana, y a los Efesios escribió su famosa epistola que está desde entonces integrada en el Nuevo Testamento y en el año 431 tuvo lugar en Éfeso un concilio ecuménico de gran relevancia en la lucha contra el nestoriarismo.
Éfeso es el lugar en el que transcurre la antigua leyenda de "Los siete durmientes de Éfeso", los cuales son considerados santos por los católicos y musulmanes. Dicha historia cuenta que eran perseguidos por su creencia en Dios y que dormían en una cueva cerca de Éfeso durante siglos.
Progresivamente abandonada por sus habitantes por la desaparición de su puerto, la cuidad fué hostigada por los árabes durante los siglos VII y VIII siendo totalmente abandonada tras una serie de epidemias de peste en el S. XIII que hicieron creer a los habitantes que la ciudad estaba maldita, lo que permitió que muchos monumentos fuesen respetados y que permitió que hayan llegado hasta nuestros días edificios tan extraordinarios como la Biblioteca de Celsus -la más antigua del mundo-, el gran Teatro -el mayor de su época- con capacidad para 24.500 espectadores, la Casa de Maria (donde dice la tradición que vivió sus últimos años la virgen Maria), la Iglesia de San Juan (construida por Justiniano), el Odeón, el Templo de Diana, la calle principal con suelos de marmol blanco, el Estadio y el Templo Corintio.
La isla de Santorini es una de las escalas más espectaculares del mundo y sin duda será una jornada inolvidable llena de hermosos paisajes, bellos pueblos encalados de blanco, iglesias antiguas, y tiendas encantadoras... disfrute de su estancia en Santorini pero recuerde... no deje de mirar el reloj... el tiempo en Santorini pasa volando!
La espectacular isla de Santorini, también conocida como Thera (o Thira, en griego Θήρα), es en realidad un pequeño archipiélago de islas volcánicas con forma circular que forman a su vez parte de las islas Cícladas situadas en el Mar Egeo.
El nombre actual (Σαντορίνη, en griego) es de origen italiano, en concreto debido a los mercaderes venecianos medievales que la llamaron Santa Irene en italiano en honor a la patrona de la isla que es desde entonces Santa Irene de Tesalónica. Previamente fue llamada Kallistē ("la más hermosa"), Strongylē ("la redonda"), o Thera.
En realidad esta curiosa forma redondeada de las islas de Santorini se debe a que lo que ahora es una bahía es en realidad un crater volcánico inundado... entre el año 1628 y 1627 antes de Cristo una gigantesca explosión volcánica destruyó por completo la isla haciendo saltar por los aires gran parte de su superficie y creando el enorme acantilado volcánico (que se hunde 400 metros bajo el nivel del mar) que ha hecho famosa a esta isla griega tán violentamente esculpida.
Esta enorme catástrofe volcánica tuvo una gran repercusión en la historia del mundo antiguo, ya que el cataclismo creo un destructivo Tsunami que arrasó las costas del Mediterráneo, y las Cenizas oscurecieron durante semanas el cielo de todo el Mediterráneo Oriental poniendo violento fin a la cultura de la propia isla de Thera y dando lugar al declive de la civilización minoica de la cercana isla de Creta.
La capital de la actual Santorini es la bella ciudad de Fira, ubicada en lo alto del acantilado más alto de la isla y que cuelga descendiendo suavemente hacia las aguas del Egeo, con unas increibles vistas de la isla y con una de las más bellas estampas de las islas griegas, es además un típico y encantador pueblo griego de casas blancas con típicos techos azules que sin duda le harán sentirse dentro de una postal.
La subida a lo alto desde el pequeño embarcadero donde le dejan los tenders puede hacerse andando (no recomendado, es un camino larguísimo), en funicular (vayan pronto porque se forman grandes colas), o lo que es más típico... en burro! Sin duda una original experiencia que hará aún más especial la subida al pueblo... eso si, tenga en cuenta que la escalera de subida a Fira está repleta de excrementos de burro lo que dota al viaje de un "tipico olor a naturaleza" que a muchos disgusta... la subida en burro puede ser divertida, pero tambien, para algunos, un poco traumática. Por eso les recomendamos desde aqui que opte por el Funicular.
No deje de pasear por las bellas calles de Fira y Oia para admirar las increibles vistas de nuestro crucero y las islas cercanas desde lo alto... será inolvidable!! Para moverse por la isla pueden alquilar un coche o un quad en alguno de los Rent-a-car que encontrará en el pueblo... no le recomendamos los contrate en los puertos del embarcadero por que le saldrá más caro.
Lavrio (en griego moderno Λαύριον) es un pueblo situado en el sureste del Ática famoso en la antigüedad por sus minas de plata, una de las principales fuentes de ingresos de la antigua Atenas. Allí se situaba una importante fábrica de acuñación de monedas.
Pero si algo ha hecho famoso a este puerto, ha sido su cercanía a uno de los más hermosos templos griegos, el Templo de Poseidón de Cabo Sounión. Ubicado en el borde de un acantilado ofrece increibles vistas al mar, alineado además con el atardecer, un lugar mágico, cargado de historia y de una belleza dificilmente descriptible.
A principios del siglo XIX, cuando Grecia vuelve a ser independiente, se construyó una nueva fábrica, actualmente cerrada y convertida en museo. Es un puerto de mar de menor importancia que el vecino Pireo.
Se encuentra a 60 km al sureste de Atenas, al sureste de Keratea y al norte del Cabo Sunión. Lavrio se encuentra en una bahía frente a la isla de Makronisos
Tras la Batalla de Maratón Temístocles convenció a los atenienses de que utilizaran los futuros ingresos de las minas (que pensaban que aumentarían al haber descubierto otras vetas) en mejorar la flota ateniense con 200 trirremes. Aquí se encuentras el surgimiento del poderío naval de Atenas.
Los únicos que trabajaban en estas minas eran esclavos. Durante el siglo V a. C. la producción fue disminuyendo, en parte debido a la ocupación espartana de Decelia. Pero las minas siguieron siendo explotadas y siguieron funcionando hasta bien entrado el siglo XX, en concreto sus reservas de manganeso y cadmio.