Southampton es el puerto de mar más famoso de toda la costa de Inglaterra, desde este lugar salieron las grandes expediciones de exploración de los científicos más prestigiosos que como Darwin o Livingstone viajaron a explorar mundo y en este puerto se gestaron las grandes hazañas bélicas de la imbatible armada británica que acabaron dando lugar al enorme Imperio Británico.
Drake, el Capitan Cook, Darwin y otros grandes de la historia salieron de este importante puerto británico que aún hoy, conserva su importancia estratégica y económica, y que es con mucho el mayor puerto de embarque de cruceros de la Gran Bretaña.
De este puerto de mar salieron millones de emigrantes Británicos, Franceses, Alemanes e Italianos que, en busca de una vida mejor, decidieron viajar a los Estados Unidos y que, no había otra forma, hacian el viaje en uno de los grandiosos "Liners" que han hecho historia en la Navegación como el Lusitania, el Normandie, el Mauretania o el Queen Mary.
Algunos como el Titanic fueron tristemente célebres por ser una de las tragedias navales más famosas de la historia
El mítico y tristemente célebre Titanic zarpando del puerto de Southampton en su primer y último viaje.
Los orígenes de Hamburgo se remontan al año 808 d.C., en el que Carlomagno mandó construir el castillo Hammaburg, desde el que se vigilaba la zona al norte del río Elba, donde burgo significa castillo. El término Hamma sigue siendo incierto, como la ubicación de este castillo.
En el año 831 Ludovico Pío Crea la diócesis de Hamburgo y en el año 834, Hamburgo fue designada la sede de un obispado católico romano, cuyo primer obispo, Ansgar (Óscar), fue conocido como el apóstol del Norte. Dos años más tarde, Hamburgo, Bremen se unió con el obispado de Hamburgo-Bremen. Debido a su situación privilegiada, fueron asentándose en Hamburgo numerosos habitantes, que se dedicaron mayoritariamente al comercio y a la pesca.
Hamburgo fue destruida y ocupada en varias ocasiones. En el 845, una flota de 600 barcos vikingos llegaron hasta el río Elba en Hamburgo y destruido, en ese momento una ciudad de alrededor de 500 habitantes. En el 1030, la ciudad fue incendiada por el rey Miecislao II de Polonia. Valdemar II de Dinamarca asaltó y ocupó en 1201 y en 1214 la ciudad. Hubo varios incendios de gran magnitud, los más notables fueron los de 1284 y 1842. En 1842, alrededor de una cuarta parte de la ciudad fue destruida en el "gran incendio". Este incendio se inició en la noche del 4 de mayo de 1842 y se extinguió el 8 de mayo. Destruyó tres iglesias, el ayuntamiento, y muchos otros edificios, mató a 51 personas, y dejó a unas 20.000 sin hogar. La reconstrucción tardó más de 40 años.