La bella ciudad de Basilea (Suiza) es una de las más bellas ciudades a orillas del Rhin, con un impactante centro histórico y rodeada de paisajes de gran belleza.
Basilea es la tercera ciudad más grande de Suiza, pero los lugares más interesantes se concentran en su centro histórico "Altstadt", donde destacan la Catedral y el Ayuntamiento, y se puede visitar tranquilamente en una jornada. La conocida como "Kleinbasel" (pequeña Basilea), está al otro lado del río (en la ribera derecha del Rin), la más moderna y que cuenta con la vistosa torre Roche (la famosa farmaceútica) que se alza orgullosa 178 metros por encima de la ciudad.
Su centro histórico, milagrosamente conservado -gracias a la tradicional neutralidad suiza-, es ideal para visitarlo paseando, y ofrece encantadores paradas en confiterías y cafeterías para tomar un café con un dulce típico. Sus calles adoquinadas adornan las casitas y plazas encantadoras, como la Rheinsprung, célebre por la "Casa Blanca" y la "Casa Azul", palacetes datados en 1763 y 1775 respectivamente, ideales para conocer el discreto esplendor de la Suiza barroca, que aún era una región humilde y ganadera.
El Rathaus (Ayuntamiento) de estilo renacentista, data del S. XVI, de un intenso color rojo, con una torre monumental, escudos y balcones dorados. La Catedral (Basler Münster) fue construida en el S.XII en estilo románico, pero reconstruida en el S.XIV en estilo gótico tras un fuerte terremoto que destruyó la ciudad. La catedral es célebre por tener la tumba del famoso Erasmo de Rotterdam.