La bellísima ciudad de Lisboa es sin duda uno de las mas interesantes escalas de nuestro viaje. La Capital de Portugal está situada en la desembocadura del rio Tajo (Tejo en portugués), y tiene una población superior al medio millón de habitantes.
En Lisboa encontraremos no solo impresionantes monumentos como el Monasterio de Los Jerónimos construido en un refinado estilo gótico, o la Torre de Belem uno de los símbolos de la ciudad... encontraremos calles encantadoras y monumentos por todas partes que nos recordarán la antigua grandeza de los reyes de Portugal, conquistadores y exploradores de América y de las costas más inaccesibles de Africa y Asia.
La rica historia de Lisboa se remonta a los Fenicios que se instalaron aquí en 1.200 antes de Cristo instalando un puesto comercial, llamando a la ciudad "Allis Ubbo" (Puerto Seguro en Fenicio). Los Griegos llamaron a la ciudad "Olissipo", ya que según la leyenda fué fundada por el mismisimo Ulises, y los Romanos, tras arrebatar Hispania a los Cartagineses acabaron llamándola "Olissipona". El Latín se instauró en Hispania dando lugar entre otras lenguas al Portugués. En 711 llegaron los Árabes a Hispania para quedarse y llamaron a la ciudad "al-ʾIšbūnah" construyendo mezquitas y barrios como el barrio de Alfama que aún mantiene reminiscencias de aquella época.
La ciudad fue atacada por los Vikingos en varias ocasiones, y fue reconquistada para el mundo cristiano en 1147 por el Rey Alfonso Henriques. En 1255 se convirtió en la capital del Reino de Portugal (sobre todo gracias a su ubicación geográfica). Una terrible guerra civil arrasó la ciudad en 1385 que fué reconstruida tras estar sitiada durante meses y tras una epidemia de peste.
Tras el descubrimiento de América en 1492 Lisboa se convirtió durante el S. XVI en uno de los puertos más importantes de Occidente, por él pasaban los botines de la conquista, el oro del brasil y los envíos comerciales eran cada vez más ricos y abundantes, comenzando así a forjarse el floreciente imperio comercial portugués.
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Entre 1580 y 1640 Portugal se integró en la Monarquía Hispánica bajo el dominio del poderoso rey Felipe II de España, perdiendo durante esa época la ciudad su condición de Corte Real y de Capital del Reino.
En 1531 un terrible terremoto asoló la ciudad matando a miles de Lisboetas, pero en 1755 otro terrible terremoto que luego derivó en una terrorífica ola gigante mató a cerca de 90.000 personas, destruyendo la ciudad casi por completo. El Marqués de Pombal reconstruyó la ciudad siguiendo los gustos de la época y dotando a la ciudad de un aire noble y señorial que aun hoy deslumbra a los visitantes.
Fundada en 1290, es muy famosa la Universidad de Coimbra que se fundó en Lisboa pero fue trasladada allí en el S. XVI. Bellos monumentos de Lisboa son el Castelo de São Jorge, la Praça do Comércio (S. XVIII), la Catedral de Lisboa (Sé). Son Patrimonio de la humanidad el Monasterio de los Jerónimos de "estilo manuelino" (Construido por Manuel I) y la Torre de Belem que antes estaba en el centro del rio y no en un lado como ahora. Es muy popular el neogótico elevador de Santa Justa que une los barrios de la Baixa Pombalina y el Chiado.
La joya de la isla y centro de Funchal es la Catedral de Se, terminada en 1514 por el arquitecto Gil Eanes. Otro tesoro de la villa lo encontramos en la fortaleza de Santiago, del siglo XVI, en su interior podemos encontrar un interesante museo de arte contemporáneo. Dos lugares paradisiacos por sus jardines como Museo Quinta das Cruzes, con restos arqueológicos de los primeros habitantes de la isla y Blandyªs Garden a las afueras de la ciudad, también son famosos el Jardín botánico y algunas de las playas de la isla. A lo largo de los siglos, Funchal ha sido el lugar elegido por cantidad de personajes históricos para pasar allí un periodo de tranquilidad y relax. Entre ellos destacan el bucanero Capitán Kidd, el marino James Cook, la emperatriz Sissí, Carlos el Archiduque de Austria, enterrado en O Monte, y más recientemente el ex primer ministro inglés Winston Churchill.
Además de ser un lugar turístico, sobre todo en los meses de invierno, Funchal cuenta con industrias de azúcar, cigarros, exporta pescado y frutas tropicales. Pero su producto estrella es el vino, que dependiendo de la altitud donde crezca la uva se diferencian cuatro clases diferentes: Sercial, el más seco, Verdelho, semi-seco, Boal, semi-dulce y Malvasía, el más dulce de todos. La ciudad de Funchal es recomendable para todas aquellas personas que quieran pasar un día tranquilo. Para los que quieran divertirse también existen ofertas para el ocio, como la práctica del golf, deportes acuáticos, pesca deportiva y parapente, aunque realizar una excursión por la isla en coche o taxi es muy recomendable para descubrir los espectaculares paisajes de la isla.