Limassol es, sin duda, el puerto más importante de Chipre, una ciudad comercial con un agradable paseo marítimo es la puerta de entrada para los turistas que buscan descubrir los tesoros de Chipre.
Nicosia es, sin duda, la ciudad más famosa de la isla, ciudad milenaria conserva algunos monumentos históricos de notable interés, como la Catedral de San Juan (S, XVII), o el museo arqueológico, testigo de la importancia de la isla en la antigüedad. La ciudad sigue dividida entre turcos y griegos, pero la vida sigue y tras pasar la muralla veneciana podremos ir de compras por el popular barrio comercial de Laiki Yitonia.
Paphos es el lugar donde nació la Diosa Venus, Diosa del Amor, en un lugar llamado Petra Tou Romiou... y no me extraña que naciese aqui entre tantas bellas bahias y playas. La casa de dionisio conserva algunos de los mosaicos más espectacularmente conservados del Mediterráneo.
Vale la pena descubrir las bellezas naturales de la isla de Chipre, con sus calas virgenes, playas de aguas transparentes, acantilados y rocas bañadas por un mar azul intenso, oasis de verde frondosidad, y montes de árida y arisca grandeza que sin duda cautivarán a quien decida visitar estos desconocidos parajes.
Kourion es una bella ciudad greco-romana, donde podremos visitar la Casa de Eustolio, con sus bellos mosaicos, y el gran Teatro, aún en uso, y el famoso Templo de Apolo, el más importante de la isla en tiempos antiguos. Muy cerca está el pintoresco pueblo de Omodos, famoso por sus bodegas, su monasterio y su manufactura de vidrio.
En Famagusta (Mostos en griego), se inspiró Shakespeare para su Otelo, ya que fue allí, en la Torre de Otelo, -se puede visitar-, donde entre 1506 y 1508 el gobernador Cristoforo Moro mató a su esposa Desdémona. No dejen de visitar tampoco la bella Catedral de San Nicolás de estilo gótico.