La ciudad Hanseática de Riga, ofrece a sus visitantes la riqueza de sus más de 800 años de historia y la variedad cultural de esta ciudad influenciada por Rusia, Polonia, Alemania pero con un caracter propio de marcada personalidad. Llaman la atención en la ciudad los notables ejemplos de arquitectura Art Nouveau, que la han hecho célebre.
Destacan la visita a los edificios de Alberta iela, en la parte nueva, sobre todo el Nº 2, donde nació el filósofo Sir Isaiah Berlin. En el Nº 12 podremos ver una bella escalera de caracol de 6 pisos.
El centro histórico es el corazón turístico de esta ciudad que es la más poblada de todas las tres repúblicas bálticas, y que es la capital del estado de Letonia. La ciudad tiene un recorrido un tanto complejo (mapa imprescindible), destacando la "Iela Brivibas" (Avenida de la Libertad) que desemboca diréctamente en el barrio antiguo, también llamado "Vecriga", y que vale la pena visitar con detalle.
No deben perderse la Iglesia de San Pedro con su torre que ofrece vistas impresionantes de la ciudad, la animada Plaza Livi, con sus terrazas y músicos callejeros, los Palacios Gremiales, la "Kaku Maja" (Casa de los Gatos) con sus dos estatuas de gatos en cada torre, el Museo de la Farmacia, los Tres Hermanos, que son los edificios más antiguos de la ciudad, y el "Ratslaukums"(Plaza del Ayuntamiento) con su museo del empleo, reminiscencia de la época soviética.
No dejen de visitar la Catedral situada en la "Doma Laukums" y el Castillo con excepcionales vistas al rio Daugava, que desemboca en el Báltico.
Es famosa la bebida nacional cuyo nombre se traduce como bálsamo negro, que según dice la leyenda, salvó a la Zarina Catalina la Grande de una misteriosa enfermedad cuando pasó por la ciudad.