CIUDADES, RECORRIDOS Y EXCURSIONES
Una de las ciudades más bellas y fascinantes de Europa, Viena destila magia y encanto por los cuatro costados, adornada y embellecida a través de los siglos ha sido capital de reinos e imperios que han dejado su impronta para siempre.
Construida a orillas del Danubio, la ciudad recibe cada año centenares de Cruceros Fluviales cargados de pasajeros deseosos de conocer los secretos de la Ciudad Imperial.
Capital durante más de 200 años del Imperio Austro-Húngaro, fue rícamente decorada con nobles edificios, grandes avenidas, parques, catedrales, basílicas y palacios que la dotan de una impresionante riqueza artística y cultural.
Pero si algo hace que el nombre de Viena se escuche en todo el mundo es por la música, que siempre creció bajo el protectorado de los Hasburgo, la Familia Real Austriaca, que tuvo en la ciudad compositores tan famosos como W.A.Mozart, L.V. Beethoven, J. Strauss (famoso por sus valses), R. Strauss o G. Mahler. La Ópera de Viena es uno de los Teatros de Ópera más famosos e importantes del mundo, y en la Musikverein tiene lugar cada 1 de Enero el Concierto más famoso del mundo, el Concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena (una de las mejores orquestas del mundo) y que se televisa en directo por televisiones de los 5 continentes.
Algunos monumentos como la impresionante Catedral de San Esteban, de estilo gótico se complementan con algunos encantos de la ciudad que no debemos dejar pasar como son su gastronomía, destacando por ejemplo la famosa Sacher Torte, una explosión de chocolate que ha dado fama mundial al hotel que la creó hace más de un siglo.
Sus Palacios Reales son en la actualidad museos (Austria es una República) y merecen mucho la pena, los más famosos son el Palacio de Schönbrun, el Belvedere -Museo Klimt- y el Palacio Real (Albertina) situado en el centro de la ciudad y que tiene un interesante museo sobre la fascinante figura de la emperatriz Sissi.
Una de las ciudades más bellas y fascinantes de Europa, Viena destila magia y encanto por los cuatro costados, adornada y embellecida a través de los siglos ha sido capital de reinos e imperios que han dejado su impronta para siempre.
Construida a orillas del Danubio, la ciudad recibe cada año centenares de Cruceros Fluviales cargados de pasajeros deseosos de conocer los secretos de la Ciudad Imperial.
Capital durante más de 200 años del Imperio Austro-Húngaro, fue rícamente decorada con nobles edificios, grandes avenidas, parques, catedrales, basílicas y palacios que la dotan de una impresionante riqueza artística y cultural.
Pero si algo hace que el nombre de Viena se escuche en todo el mundo es por la música, que siempre creció bajo el protectorado de los Hasburgo, la Familia Real Austriaca, que tuvo en la ciudad compositores tan famosos como W.A.Mozart, L.V. Beethoven, J. Strauss (famoso por sus valses), R. Strauss o G. Mahler. La Ópera de Viena es uno de los Teatros de Ópera más famosos e importantes del mundo, y en la Musikverein tiene lugar cada 1 de Enero el Concierto más famoso del mundo, el Concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena (una de las mejores orquestas del mundo) y que se televisa en directo por televisiones de los 5 continentes.
Algunos monumentos como la impresionante Catedral de San Esteban, de estilo gótico se complementan con algunos encantos de la ciudad que no debemos dejar pasar como son su gastronomía, destacando por ejemplo la famosa Sacher Torte, una explosión de chocolate que ha dado fama mundial al hotel que la creó hace más de un siglo.
Sus Palacios Reales son en la actualidad museos (Austria es una República) y merecen mucho la pena, los más famosos son el Palacio de Schönbrun, el Belvedere -Museo Klimt- y el Palacio Real (Albertina) situado en el centro de la ciudad y que tiene un interesante museo sobre la fascinante figura de la emperatriz Sissi.
La impresionante Abadía Benedictina de Melk, es uno de los más espectaculares ejemplos de Barroco Alemán que se conservan, es uno de los monumentos de origen religioso más importentes de Austria y desde luego merece la pena la visita...
La Abadía de Melk o Stift Melk es una abadía benedictina sita en Melk, Austria, uno de los monasterios cristianos más famosos del mundo. Domina el Danubio desde lo alto de un acantilado rocoso, próximo al valle de Wachau.
Fue fundada en 1089, cuando Leopoldo II, soberano de Austria, entregó uno de sus castillos a los monjes benedictinos de la Abadía de Lambach. En el siglo XII se fundó una escuela, y la biblioteca de la abadía alcanzó rápidamente renombre por su extensa colección de manuscritos.
El monasterio fue también un referente en la producción de manuscritos. En el siglo XV la abadía se convirtió en el centro de la Reforma de Melk, un movimiento que devolvió cierto vigor a la vida monástica de Austria y el sur de Alemania. Desde 1625 la abadía ha sido miembro de la Congregación Austríaca, actualmente incluida en la Confederación Benedictina.
REFORMA BARROCA
La Abadía de Melk consiguió su impresionante aspecto barroco actual entre 1702 y 1736, tras la reforma dirigida por el arquitecto Jakob Prandtauer. Son particularmente destacables la iglesia de la abadía, con frescos de Johann Michael Rottmayr, y la magnífica biblioteca, con incontables manuscritos medievales y frescos de Paul Troger.
Debido a su fama y altura académica, Melk consiguió escapar a la disolución bajo José II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, mientras muchas otras abadías austríacas fueron confiscadas y disueltas entre 1780 y 1790. La abadía consiguió sobrevivir otras amenazas a su existencia durante las Guerras Napoleónicas, e incluso en el periodo siguiente al Anschluss, la anexión nazi de Austria en 1938.
La escuela de la abadía volvió a funcionar tras la Segunda Guerra Mundial, y actualmente cuenta con cerca de novecientos estudiantes de ambos sexos.
La abadía de Melk fue seleccionada recientemente como motivo central de una moneda de coleccionismo del alto valor; un euro de plata acuñado en abril de 2007. El anverso muestra una vista de la fachada de la iglesia de la abadía y sus dos alas laterales. Pueden observarse las torres barrocas gemelas y el gran domo de la iglesia tras ellas.
Umberto Eco llamó a uno de los protagonistas de su famosa novela El nombre de la rosa Adso de Melk, como tributo a la abadía y a su famosa biblioteca.
Dürnstein es el enclave turístico más visitado del precioso Valle del Wachau. Este pintoresco pueblo es una potente región vinícola que se extiende por las laderas del valle justo en las orillas del Danubio. El nombre de este lugar deriva de la palabra "duerr" que significa "seco" y de la palabra "stein" que significa "roca".
El Castillo se ubica en lo alto de la montaña con el pueblo en la ladera del río. El pueblo se engalana con sus viñedos de mil colores y la exuberante naturaleza que lo rodea. Disfrute de las vistas de este pueblo "de postal".
La espectacular capital de Hungría remonta sus orígenes a la época romana, y a sus asentamientos en el Danubio, pero si algo ha hecho célebre a esta ciudad es su impresionante arquitectura y su efervescente vida cultural que une como ninguna otra ciudad las tradiciones de la más refinada Europa Occidental con la fascinante cultura de Europa Oriental.
Situada a orillas del Danubio, junto a la Gran Llanura, aguas abajo a la llamada "curva del Danubio". La ciudad de Budapest fue fundada como tal tras la fusión de las ciudades de Buda -entonces capital de Hungría- y Pest, situada en la otra orilla del río.
Después de casi 150 años de dominiación otomana, la ciudad se desarrolló con gran rapidez en los Siglos XVIII y XIX como fruto de la Revolución Industrial y tras entrar a formar parte del Imperio Austro-Húngaro fue considerada como Segunda Capital, lo que la permitió aumentar notablemente su riqueza arquitectónica y monumental así como mantener su patrimonio.
Considerada una de las ciudades más bellas de Europa y llamada "la perla del Danubio", las vistas desde nuestro barco de su famoso Parlamento de estilo neogótico, el barrio del Castillo de Buda, la Catedral de San Esteban, la Avenida Andrássy o el metro Millennium fueron, entre otros documentos, declarados Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. Es un importantísimo destino turístico que cuenta con más de 4,3 millones de visitantes por año, muchos de ellos turistas fluviales que aprovechan que los buques les deja en pleno centro de la ciudad para dejarse fascinar por la grandeza de esta ciudad cargada de arte e historia.
La espectacular capital de Hungría remonta sus orígenes a la época romana, y a sus asentamientos en el Danubio, pero si algo ha hecho célebre a esta ciudad es su impresionante arquitectura y su efervescente vida cultural que une como ninguna otra ciudad las tradiciones de la más refinada Europa Occidental con la fascinante cultura de Europa Oriental.
Situada a orillas del Danubio, junto a la Gran Llanura, aguas abajo a la llamada "curva del Danubio". La ciudad de Budapest fue fundada como tal tras la fusión de las ciudades de Buda -entonces capital de Hungría- y Pest, situada en la otra orilla del río.
Después de casi 150 años de dominiación otomana, la ciudad se desarrolló con gran rapidez en los Siglos XVIII y XIX como fruto de la Revolución Industrial y tras entrar a formar parte del Imperio Austro-Húngaro fue considerada como Segunda Capital, lo que la permitió aumentar notablemente su riqueza arquitectónica y monumental así como mantener su patrimonio.
Considerada una de las ciudades más bellas de Europa y llamada "la perla del Danubio", las vistas desde nuestro barco de su famoso Parlamento de estilo neogótico, el barrio del Castillo de Buda, la Catedral de San Esteban, la Avenida Andrássy o el metro Millennium fueron, entre otros documentos, declarados Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. Es un importantísimo destino turístico que cuenta con más de 4,3 millones de visitantes por año, muchos de ellos turistas fluviales que aprovechan que los buques les deja en pleno centro de la ciudad para dejarse fascinar por la grandeza de esta ciudad cargada de arte e historia.
La bella ciudad de Esztergom (Hungría) está situada cerca de Budapest y fue la primera capital del reino, probablemente por su orografía que la hacen tener un caracter defensivo muy marcado, importante para una región que fué asolada por los Turcos durante siglos.
La ciudad ocupa un puesto destacado en la historia de Hungría, allú fue coronado en el año 1000 el primer Rey, Esteban I.
La Basílica de Esztergom es la iglesia más grande de Hungría y es el simbolo de la ciudad. En el interior encontramos el órgano más grande de Hungría.
La bella ciudad de Bratislava se alza majestuosa abrazando el Danubio. Situada muy cerca de Viena, ha compartido durante muchos años una historia común formando parte del Imperio Austrohúngaro, pero ha sabido conservar una identidad propia muy diferenciada de la capital imperial.
La ciudad fue escenario de coronaciones imperiales y en la actualidad es la capital de la reciente Republica Eslovaca).
Su monumental castillo es de visita obligada, y sus elegantes y refinadas iglesias ofrecen al visitante un remanso de paz y recogimiento.
Los museos, catedrales y palacios son de gran interés, pero seguro que no podrá resistir la fotogenia de esta ciudad y su castillo medieval que se cierne sobre la ciudad con majestuosa elegancia y haré diferentes fotografías de las vistas. Los amantes del arte moderno podrán también encontrar en Bratislava un centro cultural de primer orden y aún se conservan algunos grandiosos ejemplos de la arquitectura comunista.
Una de las ciudades más bellas y fascinantes de Europa, Viena destila magia y encanto por los cuatro costados, adornada y embellecida a través de los siglos ha sido capital de reinos e imperios que han dejado su impronta para siempre.
Construida a orillas del Danubio, la ciudad recibe cada año centenares de Cruceros Fluviales cargados de pasajeros deseosos de conocer los secretos de la Ciudad Imperial.
Capital durante más de 200 años del Imperio Austro-Húngaro, fue rícamente decorada con nobles edificios, grandes avenidas, parques, catedrales, basílicas y palacios que la dotan de una impresionante riqueza artística y cultural.
Pero si algo hace que el nombre de Viena se escuche en todo el mundo es por la música, que siempre creció bajo el protectorado de los Hasburgo, la Familia Real Austriaca, que tuvo en la ciudad compositores tan famosos como W.A.Mozart, L.V. Beethoven, J. Strauss (famoso por sus valses), R. Strauss o G. Mahler. La Ópera de Viena es uno de los Teatros de Ópera más famosos e importantes del mundo, y en la Musikverein tiene lugar cada 1 de Enero el Concierto más famoso del mundo, el Concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Viena (una de las mejores orquestas del mundo) y que se televisa en directo por televisiones de los 5 continentes.
Algunos monumentos como la impresionante Catedral de San Esteban, de estilo gótico se complementan con algunos encantos de la ciudad que no debemos dejar pasar como son su gastronomía, destacando por ejemplo la famosa Sacher Torte, una explosión de chocolate que ha dado fama mundial al hotel que la creó hace más de un siglo.
Sus Palacios Reales son en la actualidad museos (Austria es una República) y merecen mucho la pena, los más famosos son el Palacio de Schönbrun, el Belvedere -Museo Klimt- y el Palacio Real (Albertina) situado en el centro de la ciudad y que tiene un interesante museo sobre la fascinante figura de la emperatriz Sissi.
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