La región del Mar de Ross en la Antártida es uno de los lugares más remotos del planeta Tierra y uno de los lugares más fascinantes de la historia humana del continente. Con el envío restringido por una impenetrable capa de hielo a solo dos breves meses cada verano austral, pocas personas han visitado este extraño y hermoso territorio, con oportunidades para el personal no científico limitadas a un puñado de expediciones turísticas. Heritage Expeditions ofrece un viaje de este tipo en su propio barco Spirit of Enderby , totalmente equipado y reforzado con hielo , tripulado por algunos de los oficiales y marineros más experimentados del mundo y con un equipo de expedición apasionado y experto. Esta es una oportunidad única de experimentar la naturaleza a una escala tan grande que no hay palabras para describirla, y aparece en el documental de televisión lenta Go Further South .

El Mar de Ross toma su nombre de Sir James Clark Ross, quien lo descubrió en 1841. La Real Sociedad Geográfica Británica eligió el Mar de Ross para la ahora famosa Expedición Antártica Nacional Británica en 1901-04 dirigida por Robert Falcon Scott. Esa única expedición generó lo que a veces se conoce como la "Carrera hacia el Polo". Ernest Shackleton casi lo logró en 1907-09 y el explorador japonés Nobu Shirase lo intentó en 1910-12. Scott pensó que era suyo, pero fue derrotado por su rival, el noruego Roald Amundsen en el verano de 1911. La expedición Transantártica de Shackleton en 1914-17 marcó el final de esta "heroica" o "edad de oro" de la exploración, pero muchos de los permanecen las reliquias de esta época, incluidas algunas chozas. El espectacular paisaje descrito por estos primeros exploradores no ha cambiado. El monte Erebus, el monte Discovery y las montañas Transantárticas son hoy tan inspiradores como hace 100 años. Las colonias de pingüinos descritas por los primeros biólogos fluctúan en número de un año a otro, pero aún ocupan los mismos sitios. Las focas, que ya no se cazan como alimento, yacen sobre témpanos de hielo aparentemente imperturbables. Las ballenas, que fueron cazadas tan despiadadamente aquí en la década de 1920, están regresando lentamente, pero está muy lejos del borde de la extinción, y algunas especies lo han hecho mejor que otras. Los petreles de las nieves, los petreles de Wilson, los priones antárticos y las escúas polares del sur se reproducen en este entorno aparentemente inhóspito.

Hay mucho que hacer y mucho que ver aquí, desde explorar cabañas y sitios históricos hasta visitar colonias de pingüinos, maravillarse con las lenguas de hielo glacial y las plataformas de hielo, y comprender los icebergs y el hielo marino. Luego están todas las aves marinas, focas y ballenas para observar y fotografiar, bases científicas modernas y campamentos para visitar y simplemente la oportunidad de pasar tiempo bebiendo en el maravilloso paisaje que siempre ha cautivado a los visitantes.

Yaciendo como trampolines hacia el continente antártico se encuentran las poco conocidas islas subantárticas. Nuestro viaje también incluye The Snares, Auckland, Macquarie y Campbell Island. Rompen nuestro largo viaje, pero lo que es más importante, nos ayudan a prepararnos para lo que nos espera, ya que estas islas son parte del asombroso y dinámico ecosistema del Océano Austral en el que la Antártida es el corazón. Es la central eléctrica que impulsa este ecosistema del que depende el mundo.

El mar de ross

Navega hasta el corazón de la Antártida, puerta de entrada al Polo Sur y guardián de algunos de los tesoros antárticos más ricos. Estos cruceros por el Mar de Ross incluyen visitas a las cuatro cabañas del período histórico, las de Borchgrevink, Scott y Shackleton, además de las bases científicas de Estados Unidos, Nueva Zelanda e Italia. Gran vida salvaje, incluidas buenas oportunidades para los pingüinos emperador . La expedición incluye visitas a las islas subantárticas de Nueva Zelanda y Australia.