La icónica ciudad de Düsseldorf es sinónimo de desarrollo y modernidad. Pocas ciudades han sabido recuperarse tras las devastación de la Segunda Guerra Mundial. Sus antiguos monumentos -los que sobrevivieron a los bombardeos aliados- conviven con modernos edificios de acero y cristal, creando un ambiente único.
COBLENZA (ALEMANIA)
Coblenza (Koblenz en Alemán) es una importante ciudad alemana, ubicada justo donde confluyen el Rhin y su afluente el bello río Mosela, justo en la denominada "esquina alemana", con su imponente monumento.
Desde la fortaleza de Coblenza podremos disfrutar de magníficas vistas de la ciudad y de la unión de los dos ríos. Su nombre procede del latín Confluentes (Confluencia), por esa razón fue un asentamiento romano en el año 8 antes de Cristo fundado por el general romano Druso el Mayor.
El reconstruido monumento que adorna la esquina alemana (Deutsches Eck), se ubica en un asentamiento de la orden teutónica y representa la gloria del imperio alemán aunque ahora se considera un monumento a la unificación de Alemania.
Sus tres castillos, el de los Principes Electores, el de Stolzenfels y el Viejo Castillo son de visita muy recomendada y su teleférico es muy popular por que ofrecen maravillosas vistas de la ciudad.
La Iglesia de San Kastor es una de las más bellas de la ciudad, rodeada de bellos jardines y fantásticas vistas del Rhin.
TRABEN-TRARBACH (ALEMANIA)
La pequeña ciudad vinícula de Treben-Trarbach está ubicada a orillas del río Mosela, en un hermoso valle plagado de viñedos. La belleza de la región le dan un ambiente romántico, pintoresco y acogedor.
Además de la degustación de vinos y de visitar el centro de la ciudad es muy recomendable una buena caminata al Castillo de Grevenburg, una ruina que aún se alza soberbia en lo alto de la colina.
Un encantador mercado medieval adorna el centro de la ciudad y la pintoresca puerta antigua sobrevivió milagrosamente a la destrucción de la II Guerra Mundial del puente que cruzaba el río.
BERNKASTEL (ALEMANIA)
La ciudad de Bernkastel-Kues es uno de los destinos de excursiones más populares de la región de Mosela. Su casco antiguo es la principal razón, por sus numerosas casas tradicionales con entramado de madera y sus edificios históricos.
El casco histórico tiene recuerdos de varias épocas. Casas de entramado de madera, como la casi legendaria Spitzhäuschen, el ayuntamiento renacentista (aún conserva la picota donde se colgaba a los maleantes), o la iglesia de San Miguel, una de las reliquias de la antigua muralla que una vez rodeó Bernkastel.
Las pequeñas calles pavimentadas con adoquines parecen serpentear a través de los edificios antiguos, con pintorescos cafés, tiendas y negocios. No podemos irnos de aquí sin admirar las soberbias ruinas del castillo de Landshut, que se eleva por encima del casco antiguo. Antigua fortaleza romana, fue refugio de los habitantes de la ciudad hasta el terrible incendio que los desvastó en el S. XVII dejándolo en la ruina actual. Hay un autobús para subir, pero si tienen tiempo, pueden bajar andando, por que es un paseo precioso con unas vistas únicas.
TRIER (ALEMANIA)
La antigua ciudad de Trier (Tréveris) remonta su historia más de 2000 años. Fundada por los romanos bajo el nombre de Augusta Trevevorum en el año 16 a.C. siendo una importante ciudad fronteriza en el límite norte del Imperio Romano y es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1986.
La famosa "Porta Nigra" era la frontera del Imperio y ha sobrevivido hasta nuestros días como ejemplo de fortificación romana, ya que defendía la frontera de los ataques de los bárbaros. El dominio romano en Tréveris llegó hasta la caida del Imperio en el S.V, por lo que la ciudad habló latin durante gran parte de la edad media, al contrario que el resto de la región donde se hablaban diferentes lenguas germánicas.
Estuvo bajo el dominio de la Iglesia, y mantuvo su importancia porque el Arzobispo de Tréveris era un gran elector del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante la Guerra de los Treinta Años fue conquistada por Franceses y Españoles, siendo anexionada a Francia por Luis XIV. En la I Guerra Mundial volvió a ser parte de Alemania, y tras varios desvastadores bombardeos la ciudad capituló en 1945.
COCHEM (ALEMANIA)
La bella Cochem es una de las estampas más fotografiadas del río Mosela. Su imponente castillo decimonónico le dota de un evocador y pintoresco aire medieval, y sus callejuelas antiguas dan mucho encanto a los paseos por este bello pueblo vinícola y tradicional.
La primera aparición documental de la ciudad es del S.IX, siendo posteriormente integrada en el electorado de Tréveris (Trier). En la guerra de los nueve años, el rey Luis XIV conquistó la región, tomó el castillo de Cochem y al marcharse incendiaron la fortaleza al igual que la ciudad. Durante el siglo XVIII la ciudad recuperó su prosperidad gracias al comercio por el río mosela y a las explotaciones vinícolas.
En 1875 el Castillo de Cochem (Reichsburg Cochem) fue reconstruido en estilo neogótico, por Louis Ravené, un rico industrial prusiano, que lo compró y creó un auténtico castillo de cuento de hadas que recibe miles de visitantes cada año.
RUDESHEIM (ALEMANIA)
El precioso pueblo de Rüdesheim am Rhein, se ubica en un privilegiado paraje rodeado de viñedos, salpicado de iglesias, bodegas y castillos, algunos de ellos medievales.
La ciudad está situada en el estado federado de Hesse, en la frontera con Renania-Palatinado, y es uno de los centros vinícolas más prestigiosos de Alemania, en especial por el famoso vino que se realiza aquí, el Riesling.
Cuando desembarcamos en Rüdesheim (o Ruedesheim), nos encontraremos con una calle emblemática, la Drosselgasse, llena de bares y restaurantes bellamente decorados, muchos de ellos con terrazas y música en directo... una parada obligada para disfrutar del ambiente y del delicioso vino de la región.
MONUMENTOS
En lo más alto de los montes que rodean Rüdesheim encontramos el célebre Niederwalddenkmal, el monumento de la unidad alemana. Fue construido para conmemorar la fundación del Imperio Alemán después de la Guerra Franco-Prusiana. La primera piedra del monumento a Niederwald fue colocada en 1871 por el Kaiser Guillermo I y que fué inaugurado en 1883, y que aún representa la unión de todos los alemanes.
Los castillos de Rüdesheim tienen un origen medieval, como ocurre con la torre Binger Mäuseturm construida en el S. XIV como torre de defensa y aduana, y aunque fué destruida en 1689 en varias guerras fue restaurada en 1856. Actualmente es Patrimonio de la Humanidad.
El Castillo de Brömserburg (S. XII) es en la actualidad el Museo del Vino. El Castillo de Boosenburg tiene una torre del S. IX y la torre Adlerturm fue construida en el S. XV.
Un recomendable paseo es la Oberstrasse y las grandes residencias de Rüdesheim-am-Rhein. Destacan las residencias Bassenheimer Hof, Frankensteiner Hof, Ritterscher Hof o la pintoresca Brömserhof, construida en el S. XVI, actualmente un curioso museo de instrumentos musicales mecánicos. En la Drossengasse tenemos también la preciosa Klunkhardshof, con sus vigas y artesonados de madera.
Las iglesias y monasterios de Rüdesheim son de gran interés, destacando la iglesia de St. Jakobus y la Abadía Benedictina de St. Hildegard, rodeada de viñedos y bosques.
En la cercana población de Bingen-am-Rheim (al otro lado del río) podremos visitar el castillo Burg Klopp, ver desde el exterior la torre aduana de Binger Mäuseturn, la Basilica de St. Martin (S.XV) y la preciosa Rochuskapelle de estilo gótico.
LINZ-AM-RHEIN (ALEMANIA)
Situada a sólo 30 km de Bonn, la antigua capital de Alemania, esta pequeña ciudad de 6000 habitantes es conocida por la belleza de su centro histórico, plagado de coloridas fachadas medievales, que le han valido el título de "La colorista ciudad del Rin".
Monumentos reseñables de la ciudad son la iglesia parroquial de San Martín, de estilo románico (S.XIII), y la iglesia del antiguo monasterio de los Capuchinos (S. XVII). El Castillo del poderoso Elector de Colonia es visita obligada. Una gran vista de la ciudad nos espera desde el mirador del Linz Kaiserberg Stadium.
Cerca de Linz-am-Rhein está el pequeño Castillo de Dattenberg, muy popular entre los amantes del arte y la historia.
LINZ-AM-RHEIN (ALEMANIA)
Situada a sólo 30 km de Bonn, la antigua capital de Alemania, esta pequeña ciudad de 6000 habitantes es conocida por la belleza de su centro histórico, plagado de coloridas fachadas medievales, que le han valido el título de "La colorista ciudad del Rin".
Monumentos reseñables de la ciudad son la iglesia parroquial de San Martín, de estilo románico (S.XIII), y la iglesia del antiguo monasterio de los Capuchinos (S. XVII). El Castillo del poderoso Elector de Colonia es visita obligada. Una gran vista de la ciudad nos espera desde el mirador del Linz Kaiserberg Stadium.
Cerca de Linz-am-Rhein está el pequeño Castillo de Dattenberg, muy popular entre los amantes del arte y la historia.
BONN (ALEMANIA)
La ciudad de Bonn es célebre por ser la Capital de la antigua República Federal de Alemania (FDA) hasta la reunificación alemana ocurrida el 21 de noviembre de 1989, siendo sede del Gobierno hasta 1999 que se trasladó a Berlín.
La ciudad es de gran belleza y marcada personalidad. Su más ilustre vecino fue Ludwig Van Beethoven (1770 - 1827) que nació y vivió su juventud (hasta los 22 años) en esta ciudad, vasalla del Obispado de Colonia. Su casa museo es de obligada visita para los amantes de la música clásica.
Su precioso jardín botánico hará las delicias de los amantes de la naturaleza. Su grandiosa universidad atrace a cientos de estudiantes venidos de toda Alemania, lo que dota a la ciudad de un jovial ambiente lleno de jóvenes. Su bastante bien conservado centro histórico nos brindará un agradable paseo y sus calles jalonadas con bares y cafeterías bien merecen una parada para degustar la cuidada confitería alemana.
BONN (ALEMANIA)
La ciudad de Bonn es célebre por ser la Capital de la antigua República Federal de Alemania (FDA) hasta la reunificación alemana ocurrida el 21 de noviembre de 1989, siendo sede del Gobierno hasta 1999 que se trasladó a Berlín.
La ciudad es de gran belleza y marcada personalidad. Su más ilustre vecino fue Ludwig Van Beethoven (1770 - 1827) que nació y vivió su juventud (hasta los 22 años) en esta ciudad, vasalla del Obispado de Colonia. Su casa museo es de obligada visita para los amantes de la música clásica.
Su precioso jardín botánico hará las delicias de los amantes de la naturaleza. Su grandiosa universidad atrace a cientos de estudiantes venidos de toda Alemania, lo que dota a la ciudad de un jovial ambiente lleno de jóvenes. Su bastante bien conservado centro histórico nos brindará un agradable paseo y sus calles jalonadas con bares y cafeterías bien merecen una parada para degustar la cuidada confitería alemana.
DUSSELDORF (ALEMANIA)
La icónica ciudad de Düsseldorf es sinónimo de desarrollo y modernidad. Pocas ciudades han sabido recuperarse tras las devastación de la Segunda Guerra Mundial. Sus antiguos monumentos -los que sobrevivieron a los bombardeos aliados- conviven con modernos edificios de acero y cristal, creando un ambiente único.
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